Desde el inicio de la vida del hombre en la tierra, la mujer ha estado capacitada para engendrar, parir y alimentar a sus hijos con su leche.
Siguiendo el curso natural del proceso después del nacimiento, el desarrollo integral del niño se optimiza al brindarle a través del amamanta miento frecuente las bases biológica y emocionales que necesita.
El recién nacido necesita de la presencia de su madre para sobrevivir, si no recibe alimento muere físicamente, si no recibe contacto no se desarrolla emocional mente.......
En el pecho de su madre se conjuga la satisfacción de estas dos necesidades; amor y afecto en la misma cantidad, los brazos de la madre brindan la oportunidad de tener contacto piel a piel con los sentidos que aún están en desarrollo, la madre le da la oportunidad de olerla, probarla,, sentirla, escucharla, estableciendo contacto cara a cara, reafirma al bebé su existencia a través de la mirada y el contacto materno.
Todos los bebés crecen pero no todos se desarrollan bien, el hecho de vivir esta experiencia " mamá y yo somos uno " nutre su confianza básica, auto estima y su desarrollo integral, dándole la oportunidad de comenzar a diferenciar se de ella, en la búsqueda de su propia individualidad.
Aura V Lopez Mendez
Medico - Pediatra.